sábado, 16 de febrero de 2008

Sweeney Todd: Tiempos desesperados

Tras años de rumores no consumados, el Sweeney Todd de Tim Burton llega por fin con el peso de Sondheim -por hacer un mal chiste- pegado a su cuello. Tal como suele pasar con las temidas adaptaciones, y en este particular, con la cultura popular made in Broadway, a los que desconocían la obra les ha maravillado la golosina de Tim Burton y el resto se ha dividido. Es desde luego correcta, pero no emociona, a pesar de un esforzado primer acto en el que se ha cuidado cada detalle de la dirección artística. Sin embargo, falta humor y sobra maquillaje gótico, y a veces a Burton se le escapa el pincel con la infografía, como en ese "By the sea" en el que el director emula su propio Bitelchus (1986).


Las criaturas de Sondheim se acomodan sin problema a la estética Burton pero echamos de menos algo más de coreografía en este cuento victoriano. Parece que da miedo promocionar al musical (¿por qué en el tráiler español no salen escenas cantadas?) como lo que es: dos horas que completan el libreto original prácticamente entero, salvo por la maravillosa canción "Kiss me", que ha sido mutilada y cantaba la joven pareja de enamorados Anthony y Joanna, sin duda los más flojos de la función. Una pena, porque en ellos reside parte de la filosofía de esta sátira de la moral victoriana. Para Todd, la lucha de clases es un vehículo con el que ejecutar la venganza de su drama personal, pero al final, la moraleja no distingue entre ricos y pobres, sino inocentes y culpables. A pesar de sufrir las exigencias –sociales, sexuales- de unos ‘tiempos desesperados’, Antohny y Joanna sobreviven gracias a su inocencia, que les mantendrá ajenos a la tragedia. Para el resto, el destino les marca desde el inicio. Incluso el pequeño Toby, un huérfano de Dickens envilecido por el entorno, reproduce el esquema de los adultos: la sangre llama a la sangre.


No hay comentarios: