lunes, 3 de enero de 2011

Biutiful



Película que encantará a los detractores de Barcelona como ciudad moderna, cosmopolita y rica, escaparate de una Cataluña modelo para los jóvenes europeos que acuden a ella en busca de sus exposiciones o de su alcohol, que es posible cometan el error de negar que en la suya seguramente también haya inmigrantes viviendo en malas condiciones, pobres y buscavidas, mafias y policías corruptos, familias desestructuradas y el resto de la fauna que el señor Iñárritu pone en pantalla, uno no sabe bien si para denunciar, emocionar, o simplemente seguir siendo un tipo sensible y concienciado.

Estamos ante probablemente la peor película del director mejicano hasta la fecha. Esto no significa que la película carezca de ese eufemismo maravilloso que adoramos y que lo dice todo y nada (esto es: potencia visual), ni que la interpretación de su actor protagonista no sea ejemplar: Bardem construye un personaje hondo, profundo, amante y cabrón, sensible y duro… pero su personaje nos remite, sencillamente, y saltándose las reglas de cualquier manual de guión, a demasiadas cosas: es padre, y a la vez expareja de una presunta enferma de trastorno bipolar (personaje por cierto forzado, potente pero chirriante), se gana en la vida en la calle pero no queda muy claro como, vive en una casa humilde pero tiene un hermano vividor y gastoso, está muy enfermo, pero también es un vidente… o un farsante… ¿o tiene alucinaciones? ¡Es demasiado! Si, es un gran actor, pero eso no significa que haya que cargarle de trabajo.

A ver, con la cartelera del 2010, bien vale el precio de su entrada, no diremos como nos gusta decir y escribir aquello de vayan a verla, pero tampoco les prohibimos la entrada a la sala. Esperemos más de este 2011 recién estrenado.