domingo, 10 de agosto de 2008

Los cronocrímenes


Se puede hacer cine que bebe de la vida, o cine que bebe del cine, de manuales de guión y estructuras y paradojas narrativas. Los cronocrímenes pertenece sin duda a esta segunda clase de películas.

No estamos ante una película brillante, pero sí ante una arriesgada e interesante apuesta del director y guionista Nacho Vigalondo, uno de esos tipos que parecen dispuestos a vivir del cine a toda costa, sea escribiendo en un blog o inventando un videojuego de su película. Y por ahora no se puede quejar. Los cronocrímenes trata del desdoblamiento del protagonista en varios sucesivos ellos que se trasladan a otro tiempo cercano. Cada cual realiza lo que se espera que realice, de manera que se repite el ciclo perpetuando más la confusión total que ayudando a restaurar el estado de calma inicial. Pero creánme, es difícil de explicar…

En definitiva, estamos ante una película de guión, una película que funciona bastante bien en la pantalla, pero a la que se le puede reprochar el ser solo eso mientras que carece de algo fundamental, personajes. Es algo así parecido a cine que se ríe del cine, como si ya estuviera casi todo contado y lo único que nos queda es el post-post-modernismo del cine y de las historias. Da miedo pensar así, pero al menos, la película vale la hora y media que dura.

Pasen y vean.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me voy unos días y descubro con alegría que el blog vuelve a la vida.

Que no decaiga.

Un abrazo

Oscar